Formo parte de ese grupo de féminas que caímos en la trampa de la "Liberación la mujer" y que todavía nos creemos realizadas cuando suena el despertador a las seis de la mañana y, tras ducharnos y arreglarnos, preparar el desayuno a los niños, llegar al colegio, llegar a la oficina, llegar casa para preparar la comida, ir al super, poner lavadoras y planchar mientras preparamos los exámenes con Adrian o DESI, cenar y, por supuesto, ecuchar los problemas laborales de nuestro maridito, caemos en la cama haciendo lista mental de todo lo que hay que arreglar mañana.

Hoy, confiada, me he mirado en el espejo. Primero la CARA, me he reconocido vagamente: ¿dónde están aquellos ojos "picarones"?, ¡dónde aquellos pómulos sobresalientes?. y ¿aquellos labios sonrientes y carnosos?. ¡Pero si me maquillo todos los días! ¿cómo no me he dado cuenta de tantos cambios?.

Decidida he desabrochado el albornoz y lo he dejado caer...¡uff! ¡no puedo creerlo! ¿hacía tanto tiempo...?. Me recordaba más esbelta, más tónica, con menos cintura, más amoniosa, más...nueva."¿ Ahí dentro es donde estoy?", me he mudado de hogar sin darme cuenta.

Me he sentido como una pelota pinchada, perdiendo aire hasta quedarme reducida casi en nada.

¡No, no y no! ¡Me niego a envejecer!

He respirado con fuerza y me he tranquilizado.

Reflexionando, LOS CUARENTA SUPONEN EL INICIO DE UNO DE LOS MEJORES CAPÍTULOS DE LA VIDA DE UNA MUJER.

Espléndidas mujeres (Pheiffer, Merryl Streep, Isabel Presley...) demuestran que EL ATRACTIVO NO ESTÁ REÑIDO CON LA EDAD.

Siempre hago propósito de EMPEZAR A CUIDARME y al poco tiempo me olvido. Pero ahora estoy decidida, ¡llegó mi momento!. Voy a ponerme en manos de auténticos expertos.